Según estimaciones ofrecidas en 2004 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, aproximadamente 1,2 millones de personas pierden la vida anualmente en todo el mundo a causa de choques producidos en la vía pública (cerca de 3,000 personas diariamente) y las que resultan lesionadas podrían llegar a 50 millones, admitiéndose que de no intensificarse los esfuerzos y buscarse nuevas medidas, entre el 2000 y 2020 el número total de muertes causadas por el tránsito en el mundo aumentará casi en un 65%, y en los países de ingresos bajos y medios se incrementará hasta en un 80% (Informe mundial de prevención de los traumatismos causados por el tránsito, OMS y Banco Mundial, 2004). Los pronósticos de la OMS para el 2020 señalan que las muertes causadas por el tránsito alcanzarán los 2,34 millones de seres humanos en todo el mundo.
Las defunciones por tránsito están entre las tres primeras causas de muerte en jóvenes y adultos masculinos en países del continente americano. Más del 90% de las colisiones de tránsito son originadas por error humano, y pueden reducirse con acciones preventivas.Una investigacion fue hecha en Republica Dominicana para demostrar la importancia de la evaluacion psicologica en personas que conducen vehiculos a motor. Los resultados de esta investigacion puede encontrarlos en la siguiente direccion URL
http://www.psicologiacientifica.com/evaluacion-psicologica-conductor-vehiculos/
un articulo interesante y con mucho sentido, definitivamente si se debería evaluar a las personas que manejan.
ResponderEliminarEn efecto andres, por lo mismo que un buen porcentaje de las defunciones en nuestro pais son a causa de accidentes automovilisticos, la evaluacion a dichas personas es un punto crucial en la promocion de la seguridad ciudadana.
EliminarFelizmente en nuestro país, se requiere una evaluación psicológica al momento de adquirir o renovar una licencia de conducir. Sin embargo, no creo que ésta evaluación sea suficiente.
ResponderEliminarTe propongo como ejemplo un accidente de tránsito que presencié hace poco tiempo: frente al mercado "El Edén" que está a pocas cuadras del óvalo higuereta (7pm aproximadamente), una moto avanzaba aproximadamente a 60km/h cuando un peatón cruzó los 8 carriles y reja de la Av. Benavides corriendo. La motocicleta impactó ligeramente al peatón. La motocicleta perdió el equilibrio, arrastrándose a si misma y al conductor por el pavimento; el peatón (quien luego descubrí, tuvo una herida cortante en el brazo) ni se inmutó y siguió su camino perdiéndose dentro del mercado. Como estudiante de medicina que ya había cursado primeros axilios, llamé a los bomberos, detuve parcialmente el tráfico, y atendí al motociclista. Quienes conocen la zona sabrán que el peatón cruzó debajo de un puente peatonal.
Ésta no es la única oportunidad en que he presenciado la imprudencia de peatones, pero sí la más memorable. Con ésto quiero decir que no es necesaria sólo la evaluación de conductores; sino la de toda la población que transite las vías públicas. El incidente sucedió en el 2011, pero hasta la fecha no puedo explicarme a mi mismo qué pudo pensar el peatón para cruzar literalmente debajo de un puente peatonal. La situación es similar a lo que sucedió al ex-vicepresidente Máximo San Román, frente a lo que uno de mis profesores comentó "Si ésto hubiera sucedido en Chile, no habría ningún problema. Sólo se consideraría a la 'loca' que no usó el puente peatonal como una suicida más".
¿Qué opinas? ¿Sería viable hacer una evaluación psicológica o de educación vial a tal cantidad de personas?
Respondiendo a tu incognita Rodrigo, efectivamente yo tambien he presenciado esos casos, mas aun en lugares como San Martin de Porres, Acho, etc., y siempre queda la pregunta, fue culpa del conductor o del peaton? Bueno, es obvio que una evaluacion psicologica de esa magnitud abarcaria a todo el poblado de Lima, en otras palabras, a los casi 9 millones de habitantes, por lo que no seria muy viable ni economicamente ni metodologicamente; lo que si se debe promover el uso de los puentes, conscientizar a los limeños en su labor como ciudadanos, motivarlos a cuidar sus vidas y no arriesgarse de una manera tan ilusa, en otras palabras, hacer prevencion.
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